Fue una tarde sombria y negra con su crepusculo aterrador y frio. Aun recuerdo tus ultimas palabras hijo mio...quien me iba a decir de que eran las ultimas.

Trate de detenerte porque me sentia solo y con un mal presentimiento que todavia no me lo explico, sin embargo tu arrogancia de juventud persistieron y fueron mayores...y fuistes al encuentro de lo desconocido.

Lo tragico y lo negro fue media hora despues cuando recibi la llamada aterradora que comunic6 tu partida y mi desgracia. Senti que m quitaban un pedazo de mi coraz6n, que la respiraci6n me faltaba y una gran angusti, me envolvia. Sali corriendo a tu encuentro y todavia logre escuchar de tu boca t nombre: "AlejandroRobleto."

Es una pesadilla dura que no la puedo aceptar. Aun me hago la ilusi6n de que puedc despertar. Lo unico que me conforta es la palabra de Job: "Dios me lo dio, Dios me lo quito, bendita sea la palabra del Senor." Hijo mio! Si en mis manos estuviera el poder de la vida, toma la mia pero regresa.

Senoroye miruego: SenortepidoacogeamEhijo en tuseno, perdonalesusofensa queyo perdono a los que nos of endieron.

Santiago Robleto